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Liz Fealy
Liz Fealy
Subdirectora de Servicio de Asesoría Global de EY
Dan Higgins
Dan Higgins
Director de Consultoría Tecnológica Global de EY
2 min de lectura

Plan de acción de la fuerza laboral

Para diseñar una empresa resiliente, debe concentrarse en su personal.


La pandemia puso a prueba las tecnologías, los procesos y el personal de la mayoría de las empresas. Los equipos de TI se apresuraron a equipar a los trabajadores remotos con dispositivos para que puedan seguir con su trabajo y, al mismo tiempo, aceleraron los proyectos de transformación digital para que las empresas sigan en funcionamiento y, en muchos casos, aumentar su cuota de mercado.

Por supuesto, no todo fue perfecto. Lo que vimos con nuestros clientes fue que a veces la tecnología o el proceso fallaba. Pero las personas eran la red de seguridad. Demostraron ser resistentes. Una de las claves para conservar la resiliencia de la empresa es adoptar nuevas tecnologías y digitalizar los flujos de trabajo manuales y repetitivos; por eso, las empresas que tienen esto en mente están situando a las personas en el centro de sus estrategias pensando en el futuro.

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“ׅLo que vimos con nuestros clientes fue que a veces la tecnología o el proceso fallaba. Pero las personas eran la red de seguridad”.


Así que, para que las automatizaciones sean inteligentes y estratégicas, los líderes empresariales se están haciendo cuatro preguntas en este orden: ¿Qué trabajo hay que hacer? ¿Qué trabajo puede automatizarse? ¿Qué trabajo se crea o queda para el personal? ¿Y qué habilidades necesita el personal para llevar a cabo ese trabajo? Así es como se diseña una fuerza laboral estratégica. Así es como se automatizan con éxito las tareas manuales y repetitivas. Y así es como se libera a los trabajadores y se les da la capacidad de innovar, de concentrarse en lo que realmente importa y en los problemas que habrá que resolver. A esto lo llamamos “plan de acción de la fuerza laboral del futuro”.

Uno de los aspectos del plan de acción es hacer que la fuerza laboral sea sostenible. Esto se consigue al capacitar los trabajadores, en lugar de reemplazarlos y contratar a otros con nuevas habilidades. El Foro Económico Mundial calcula que el 50 % de la fuerza laboral actual tendrá que mejorar su cualificación para 2025, principalmente como resultado de la automatización de su lugar de trabajo.

El 50 % de la fuerza laboral actual tendrá que mejorar su cualificación para 2025.

Las competencias del futuro son una prioridad en este momento. Como nos dijo un director de tecnología: “Necesito que las personas sean eficientes en lo relativo a la tecnología. Pero también necesito un pensamiento de 360 grados, para una hipercolaboración en toda la empresa”. Esto significa que la planificación de la fuerza laboral debe hacerse en conjunto con la planificación de grandes inversiones en tecnología.

Actualmente, existe una idea recientemente popular de composable business o empresa componible, un término que se popularizó por primera vez en 2014 para mostrar el poder transformador de la computación en la nube en las empresas. Esta idea ha cobrado fuerza desde el inicio de la pandemia. Significa combinar modelos de negocio ágiles con tecnologías digitales para adaptarse, no solo a una pandemia, sino a las necesidades del mercado, de los clientes y a las necesidades internas de la empresa.

Si bien es algo importante, no pone a las personas en el centro. Sigue estando centrado en muchos aspectos en la tecnología y los procesos. Es bueno porque obliga a pensar en términos de ensamblaje en lugar de construcción. Cómo se aprovechan los ecosistemas. Cómo se aprovechan los servicios. Cómo aprovechas los activos que reúne y combina de forma innovadora.

Pero no olvidemos a las personas. Tanto la automatización, como el modelo de ensamblaje y, sobre todo, una fuerza laboral estratégica, son necesarios para crear resiliencia. Ya sea una pandemia, un ciberataque o los desafíos del mercado. Así es como una organización y su personal se mantienen vitales, saludables y fuertes para lo que depara el futuro.

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